PERFIL DOCENTE
¿Cómo debe ser el maestro?
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El maestro es modelo de identificación:
significa esto que lo único que se puede enseñar es lo que el maestro mismo
sea; si científico, podrá enseñar ciencia, si progresista y moderno, podrá
enseñar progreso y racionalidad, si apasionado y vital, podrá enseñar ideales,
pero para llegar a ser modelo, en el maestro, ha de primar el conócete a ti
mismo.
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El maestro es un humanista: es, ante todo, un
especialista en el hombre, para ello el aula ha de ser un aula de humanidad.
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Ha de prepararse para las nuevas posibilidades
históricas de la escuela; pues la escuela ha dejado de ser el principal factor
de socialización de los estudiantes.
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Prepararse para asumir y producir en los alumnos
la nueva fuerza productiva: el conocimiento.
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Promulgador de centros y ambientes de
aprendizaje especialmente dotados para que grupos de aprendices se apropien de
manera más sistemática y creadora de los contenidos de la ciencia y del arte.
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En consonancia con los lineamientos; el maestro
ha de pensarse no simplemente como el especialista que domina una ciencia
cualquiera, sino que además requiere comunicarse con un grupo de estudiantes
concretos, histórica y culturalmente determinados, por ello ha de reconocer los
contextos.
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Asumir la enseñanza por procesos.
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Respetuoso del diálogo, pues es en él, en la
discusión de los diferentes puntos de vista, en la confrontación de las
perspectivas y en la comprensión de las situaciones reales como el estudiante
comprende el mundo, a sí mismo y se forma a sí mismo como hombre, en la auto
-responsabilidad, en la autonomía y en la realidad. Pero antes de brindar la
participación hay que construir las condiciones para ella.
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Una persona capaz de abrir su mente a las nuevas
tendencias:
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Tendencia a descentralizar la educación
desvinculándola del aula, del horario, del grupo fijo de estudiantes.
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Tendencia a sustituir la escuela técnica por la
presencia directa de los aprendices en los centros de producción.
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Tendencia a desmasificar la educación y a
enfatizar la individualización; permitiendo una flexibilidad curricular e
incrementando el uso de multimedia.
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Tendencia a la creación de multicentros de
información cultural y cientificotécnica con guías en vez de maestros
La identidad profesional e intelectual del maestro
no proviene del contenido específico de sus enseñanzas sino del objeto empírico
sobre el que trabaja, así el compromiso del maestro no es con la ciencia que
enseña sino con la voluntad que forma. Reconozcamoslo, no es fácil llegar a ser
maestro, pero con paciencia, vocación, amor por lo que se hace y, sobre todo,
comprensión de lo que se espera de él, el camino de lo realizable llegará al
camino que entiende Escobedo: “al sueño que dirige las acciones para que se
hagan realidad”. La formación del maestro, sin embargo, no es sólo el resultado
espiritual sino sobre todo el proceso interior de permanente desarrollo asumido
conscientemente.
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